lunes, diciembre 18, 2006

Declaraciones del niño decepcionado por la derrota del Barça en Yokohama: "Lo único que sé es que a mí nadie me preguntó nada"







Soy un niño. Y ayer fui al Estadio de Yokohama con mi padre a ver un partido de fútbol. Jugaba un equipo español, el Barça, y mi padre, para hacerlo más emocionante, decidió que nos pusiéramos a favor de uno de los dos equipos, igual que hacemos cuando vemos un concurso en la tele. Al acabarse el partido, aprovechando que estaba de buen humor, le pedí si este año me daría un hermanito, pero me dijo que en Japón ya no queda tiempo para las familias numerosas. Así que entonces le pedí un perro, pero me dijo que no, porque las casas japonesas actuales no están pensadas para que vivan perros en ellas. Me conformaré con un peluche gigante, le dije. Pero me explicó que el lugar preferido de los ácaros -unos bichos asquerosos e invisibles a los que tiene alergia mamá- era precisamente el pelo de los peluches. Así que, de pronto, me sentí muy solo, muy solo para siempre y cada vez más, y arranqué a llorar. Hoy papá ha venido muy contento del trabajo porque se ha enterado de que hemos sido portada de varios periódicos en España. Salimos: papá, y yo llorando. No sabemos lo que pone al lado de la foto, pero todos le han felicitado.





viernes, noviembre 03, 2006

Y ¿quién da más? que el ¿qué más da?

- Alguien dijo una vez: "¡Soy tan feliz desde que no aspiro a entenderlo todo!" ¿Alguna persona entre el público recuerda su nombre?

-...

- No importa, es seguro que fue Alguien. A partir de esta consideración, les invito a realizar a continuación el ejercicio práctico, a la vez que liberador, de abrir preguntas sabiendo de antemano que no existe respuesta posible a su alcance. Empecemos:

¿Por qué si el pelo necesita hidratación no se bebe el agua de la ducha?

¿Por qué decimos "coño" y de pronto sentimos que la Tierra aumenta su fuerza de atracción hacia nosotros, acercándonos al núcleo?

¿Por qué coño intentamos adivinar lo que esconde una cara sólo porque se repitió en su expresión y en el tiempo?

¿Por qué no vuelan más alto las gallinas?

¿Quién fue el causante de la irrupción en el mapa semántico del término "susceptible": el primer susceptible de la historia o el primer susceptible a la susceptibilidad del primero?

¿Por qué me pica el culo con estas medias?

¿Por qué el amor tiene sede en la entraña?

¿Por qué no nos deja en paz?

Está bien. Próxima conferencia en la sala 3. No me digan que no se sienten mejor porque no lo voy a entender.

domingo, octubre 15, 2006

Relaciones

Escritura automática para alimentar a los lectores que alimentan tu ego, o tu eco. Sin tener que decir, por no callar, redactas un mensaje inexistente. Al menos, nadie te paga por hacerlo, sólo es domingo y te han diagnosticado faringitis y vistes un pijama a rayas, aunque sexy, tal y como los diseña ahora uno de los tentáculos textiles del gallego más rico del mundo, con un nombre muy cercano al de un filósofo indio que acabó siendo sectario, según me cuenta mi amiga Azahara, la misma que me lo presentó. Entonces te das cuenta de que todo es una cadena, que los hechos están hechos para enlazarse como lo hacía el material genético o las proteínas en Érase una vez la vida. ¿Y la gente? Os remito a algo que tal vez ya conozcáis [si no es así: http://en.wikipedia.org/wiki/Six_Degrees_of_Kevin_Bacon]. Podéis probar a vincular a Kevin Bacon con cualquier actor del mundo y el “Oráculo Bacon” lo hará en tan sólo cinco relaciones: http://oracleofbacon.org/

viernes, septiembre 29, 2006

La vuelta

Si un extraterrestre nos preguntara a qué nos referimos con la expresión "correr sin gracia" sería sencillo remitirle a la imagen de decenas de humanos corriendo cada día tras el sonido de un metro que llega mientras ellos se preguntan -con la mente tan acelerada como los pies- dónde han metido la tarjeta.

Cuando vuelves de vacaciones te sientes un punto extraterrestre, desterrado, de hecho, de un planeta estival. Sabes qué es correr sin gracia pero lo que no recuerdas es cuándo ni porqué empezó la carrera. Antes de encontrar una respuesta vuelves a estar en ella y un cronómetro imaginario regula tu respiración. Arrastras la chaqueta por la ciudad que te vio nacer, alfabetizarte y producir, no sin alguna que otra angustia, y... "¿cuándo aprenderás, hija, a no barrer el suelo con la ropa?". Al final del recorrido, algunas frases sabias en el recogedor urbano: "yo la ansiedad se la quitaba a ostias".

A ostias apagas el despertador, y empiezas a vivir por no soñar.

Entonces, cambias el título por "La revuelta", y brindas por las tortugas.

jueves, julio 27, 2006

¿Qué piensa un perro blanco mientras viaja en el metro metido en el bolsillo de una mochila negra?*

Nunca pedí ser un perro mochilero y, sin embargo, aquí estoy, metido en el bolsillo de la multiusos de un buscador de aventuras prototípico.

Le tengo cariño, no digo que no, e incluso intento cubrir sus debilidades como quien cubre de sábana un cuerpo desnudo que perdió el sexappeal con el relajo del sueño.

Eso último nunca lo he hecho, claro, pero lo he visto con mis ojos. De hecho, estoy convencido de que decidió llevarme consigo por ellos.

Nunca pedí ser un perro lazarillo y, sin embargo, en los momentos en los que busca su mirada, por creerla perdida, le recuerdo que lleva los ojos puestos.

*Basado en observaciones reales

domingo, julio 16, 2006

Alguna vez

¿Alguna vez has probado a dormirte con la respiración de tu hermana?
¿Y a dejarte caer hacia atrás en el agua después de hacer el pino?
¿Y a flotar? Seguro que has probado a flotar.

¿Alguna vez has pensado en dejar de oírte,
en oír sólo el sonido del tren,
o de las olas,
o el hilo musical?

¿Alguna vez has conseguido
hacer el silencio
y descubrir entonces
que tu único rastro
es una respiración?

¿Alguna vez has probado a dormirte?

miércoles, julio 12, 2006

Helena, nos vamos

Helena Pisacastillos sacó aquella tarde lo peor de sí.

Su madre no había querido acompañarla a la playa. Su abuela se negaba, como siempre, a comprarle un helado antes de comer, y su abuelo parecía vivir absorto en un mundo del que ninguno de sus reclamos pudiera atraerle. ‘¡Pues me voy al agua!’, fue la indignación hecha verbo.

Morros afuera, ceño fruncido, la rabia marcando los límites de los orificios de su nariz. Cuerpo en posición de S afilada, de rayo, de Súper Enfadada dispuesta a cobrar su venganza con ese mundo injusto, generador de seres desarraigados, que ni siquiera pueden confiar en La Familia, si no como marca de pasta. Arranca. Paso firme y hendido un palmo en el suelo de arena. Se dirige a la orilla con fuego en los ojos. Por fin Helena va a alzar su protesta y su plataforma será ¡¡TU CASTILLO!! ¡Y el tuyo! ¡Y el tuyo! ¡Y el de más allá! Machaca la ilusión con que lo construiste, los halagos de los padres que te acompañaron a esa playa y pudieron comprobar la destreza con la que moldeas los granos de arena en combinación con la justa dosis de agua.

Aplasta lo que nunca tuvo y lo hace como quien pisa uvas, primero un pie, luego el otro, y cuando encuentra varios castillos juntos -de algún especulador en potencia-, entonces, empieza a girar sobre sí misma. Al principio todo lo que se oyen son llantos, lamentos, gritos, más infancia indignada y progenitores intentando atraer la atención del abuelo de aquel monstruo. Pero, a medida que coge velocidad, que recorre los kilómetros y kilómetros de orilla sin frenar su energético ritmo, las lágrimas y gemidos van tornándose en admiración. Ningún niño quiere ya dejar en pie su castillo. Se identifican con la causa, de todos es sabido que la insatisfacción se digiere peor en tan poco cuerpo. Y lo que queda, ‘lo que nos queda, compañeros, es el derecho a la pataleta’! Abajo los castillos mientras arriba quede un niño.

viernes, julio 07, 2006

Éranse una vez...

Érase una vez un hombre de ojos azules, y pelo claro tirando a oscuro. Caminaba con las piernas rectas, sin ocupar el excesivo espacio lateral que ocupan algunos al abrirse paso. En su cabeza, las cosas claras, pero sin desterrar de su rincón a la duda y a los millones de preguntas que viven de ella. Le gustaba lanzarlas al aire y hacer malabares. Las palabras como bolas iluminadas. Buscaba tu mirada y tus oídos y tu boca para intercambiar vida, para derrocharla, llevarla al límite de un tenedor incandescente. Érase una vez y otra y otra más.

Érase una vez una mujer de ojos castaños tirando a negro, y pelo oscuro. Dependiendo de su memoria y las prisas, caminaba con cierta amortiguación alegre o con relajada mirada de erguidez. En su cabeza, las cosas claras, pero sin desterrar de su rincón las alas que oxigenaban su cerebro. Le gustaba desplegarlas y hacerlas crecer. Las palabras como alimento y ventana. Buscaba tu mirada y tus oídos y tu boca para intercambiar vida, para derrocharla, llevarla al límite de la sonrisa más larga. Érase una vez y otra y otra más.

lunes, junio 26, 2006

Verano -¿cuántos escritos llevarán este título por nombre?-


Repentina alegría
inhalada
en una bocanada de calor,
con sabor a infancia
de verdades simples,
iluminadas.

Improvisada sonrisa
que invade una cara
sin consentimiento,
por contacto con la materia estival:
agua, sol, hierba.

Salir del trabajo
y respirar el día,
inacabado,
esta vez,
de expectativas.

Quedar con amigos,
mojarse los dedos,
tomarse unas tapas,
o, mejor, un respiro,
y pensar:
seas bienvenido.

domingo, junio 25, 2006

Sudoku sudaba en el metro


Le gustaban los hombres que sudaban mucho, hasta empaparlo todo: camiseta imperio, camisa, abrazos y a ella. La imagen le ponía tan cachonda como revolcarse en la arena recién salida del agua.

Él, en cambio, odiaba ser el hombre fuente al que todos miran con recelo en el metro por temor a quedar empapados, por contacto, en una frenada.

Estaba tan habituado a esas miradas que, aquella tarde, la suya -la de ella- no le pesaba, por más que diferente.

¿Cómo acercarse y decírselo? “Me encantan los surcos que atraviesan tu pelo y dejan al descubierto la claridad del cuero. La manera en que mi propia sed obtiene la respuesta de tus poros abiertos. Y cómo el néctar de tus sienes cae sobre el sudoku que mata tus tiempos de trayecto”.

Nunca antes ningún hombre la había creído en su discurso, así que sólo lo miró. Una mirada sin peso. Y cuánto silencio.

martes, junio 20, 2006

Alegatos

ALEGATO A FAVOR DEL NO

“El cliente se ha cargado la campaña y quiere una nueva para mañana”.

Tengo unos cuantos amigos publicistas, 25 años, dos de experiencia y la seguridad de que a los treinta no querrán dedicarse a esto.

Supongo que en una frase cómo ésta -que forra las paredes de una universidad de comunicación que pretende familiarizar a sus alumnos con esa cotidianeidad- reside el origen de tanto escarmiento y el éxito de otras como la ya mítica “Pues va a ser que no”.

¿Quién no sueña con explotar el “no” que se ha tragado tantas veces a modo de balón gástrico?, ¿con decir que no al sinsentido de andar con paso de huidos si no es el fin del hombre lo que nos persigue?

-¿Que se ha cargado la campaña? ¿Que quiere una nueva para mañana? Pues va a ser que no.

Forremos ahora las calles.


ALEGATO A FAVOR DEL SÍ

“Y ¿por qué no?”

Sólo un apunte para puntualizar que, a pesar de todo esto, tan importante es el tocino como la velocidad. Y que en la otra cara de la esquina no conviene olvidar que el sí es natural pomo conductor de aventuras.

Forremos ahora las calles.

Que como diría Sabina, “Como te digo una co, te digo la o” y “¡Borja! ¡Como te ajogues te mato! Acábate primero el melón y luego las dos horas de la digestión”.

lunes, junio 19, 2006

- ¿Puedo sentarme contigo?
- No, mejor no
- No tienes un día de buen humor
- No, no es eso
- Se te ve triste
- No estoy triste, sólo prefiero que no

En una playa, dos que no se conocen se separan de nuevo.

¿Cuántas veces imaginó este comienzo?

Sin dudarlo, ella alimentará a su libreta de aquellas migajas, lo que quedó de él, que se quedó sin historia.

Mientras tanto imagina que nunca tuvo suerte "eligiendo su propia aventura”, y, sin embargo, tiene fe.

-Me flechaste, le dice. ¡Y quiere creerlo! Quién sabe si hasta lo hace. Le deja un número.

-Es que seguro que no te voy a llamar.

-No importa, me quedo más tranquilo... Sebastián 6405030


¿Cuántas veces vivió este final?

Qué importa, se quedó tranquilo.

Y tranquilo regresará a su percha,
que es la de todos y cada uno.

lunes, mayo 22, 2006

Esta, por alegrias...

Como las puertas, cumplir años da que pensar... uno piensa en lo que ha hecho hasta el dia de antes de ayer, y hasta en lo que hara el dia de mañana, pero se pregunta tambien que hacer con ese rato mustio que a veces nos invade el hoy, y hasta nos pretende mustios, sin saber que alguien nos desvelo la ciencia de la alegria, que te pongas como te pongas, no deja de ir de la mano de puertas y cumpleaños. Aqui un fragmento de revelacion...

"Los objetos del mundo son un arcon sin fondo
en donde malgastar, aprovechandola
la feroz voluntad de ser feliz.
Contra cualquier dictado de prudencia,
cada instante reclama, irreflexivo,
una conjura unanime de ti.
La asombrosa oquedad de la mañana
no merece un segundo de tristeza.
El unico exorcismo que te exige
el disciplente mundo material
es tu barbaro jubilo,
para que arda en su ser
la alegria voraz de los inconquistables"

[Fragmento del poema "Ciencia de la alegria", de Carlos Marzal]


domingo, mayo 21, 2006

Autorregalo

Hoy cumplo 25 años. Y este blog es un autorregalo. La materialización de algo que tenía en mente desde hace tiempo, a la espera de la excusa que deja sin excusas para no actuar. Es una libreta virtual, una invitación a la escritura, el verdadero regalo del encuentro.